¡Es verano! Eso implica días en la playa, barbacoas en el patio, relajarse en la piscina y disfrutar del tiempo con amigos y familiares. También significa que mis dos hijas adolescentes pondrán a prueba cada gramo de habilidad de negociación que tengo. Desde conversaciones en torno a la conducción en según qué lugares o quedarse hasta tarde, comprar cosas… en esta época del año no hay escasez de preguntas. A lo largo de este tiempo, he tratado de seguir algunos principios básicos que me han ayudado a mantener la paz y la cordura.
Permítame advertirle; todo lo que estoy a punto de compartir, no tiene por qué significar que sea un padre perfecto, ni que lo tenga todo resuelto. Siento que tengo más fallos que aciertos. Pero como la mayoría de los padres, aprendo de mis experiencias y trato de mejorar para acertar la próxima vez. Entonces, utilice lo que quiera y no haga caso de lo que no le parezca bien.
Con ese descargo de responsabilidad, esto es lo que me ha funcionado. . .
Hay que saber lo que importa. Una de mis hijas quería colorear su pelo de color púrpura para el verano. Cuando mi esposa me dijo esto por primera vez, no estaba demasiado entusiasmado; después de todo, con el pelo morado no es como yo me imagino a mi niña, y me preocupaba cómo otras personas la juzgarían (o yo, si soy realmente honesto). Como mi esposa me recordó, es solo pelo, es solo para el verano, y ¿a quién le importa lo que otros piensan sobre el color de su cabello? Ella tenía razón. Es lo mismo que les decimos a los clientes en cualquier negociación: sepa qué es lo que más importa y no se preocupe por el resto. (Por cierto, su pelo, al final, quedó bastante bien).
En caso de duda, hacer preguntas. Me he acostumbrado más a preguntar "¿por qué?" Y presentar hipótesis. Esto fue importante para mí, porque cuando me hacen una pregunta y no conozco los efectos de mi respuesta, o cuando no sé en qué estoy realmente de acuerdo, tengo la tendencia a decir simplemente: "No." En vez de eso, comencé a hacer preguntas como: "¿Por qué es esto importante para ti?" Y planteé hipótesis para ver cuál podría ser el impacto para mí: "Supongamos que hiciera eso por ti, ¿cómo podrías ayudarnos?” Esto realmente me sirvió para comprender mejor la pregunta, formular una respuesta y responder de manera acorde (y, a veces, la respuesta sigue siendo “ no ”).
No hay nada de malo en quid pro quo. Regularmente enseñamos a los comerciantes a hacer intercambios. Yo hago lo mismo con mis hijos. La mayoría de las veces, cuando piden algo, lo cambio por algo. Por ejemplo, si quieren dinero, yo lo cambio por una tarea. Creo que ayuda a enseñarles que la vida tiene un costo para la mayoría de las cosas. Además, también ayuda a eliminar lo que no es realmente importante para ellos.
¡Ensalza el buen comportamiento! Como negociador, tiendo a separar todas las cosas que no están funcionando en un trato o de centrarme solo en las brechas restantes. Si no tengo cuidado, también puedo ser así con mis hijas. Ya sea con tus hijos o con un cliente o un proveedor, es bueno ensalzar aquello que está funcionando. Esto ayudará a reforzar el buen comportamiento y alentarlo en más situaciones.
Con todo lo dicho, estoy seguro de que mis hijas me enseñarán algunas cosas nuevas este verano y tendré que hacer algunos ajustes. Pero por el momento, lo anterior ha estado funcionando para mí y espero que también te ayude. Así que antes de que termine el verano, me centraré en la buena vida y la disfrutaré mientras pueda.
Ayuda de verano?
El verano es un buen momento para invertir en ti mismo. También es un buen momento para prepararse para los tratos críticos de fin de año que tiene pendientes. Podemos ser su asesor y su entrenador. Ya sea contactando con nosotros para crear su estrategia, o para ayudarle a prepararse o para desarrollar las habilidades de negociación de su equipo, podemos ayudarle a ganar en la mesa de negociaciones.
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