Noticias sobre la intención de divorcio de Brangelina el mismo día en que la crítica aclamaba el nuevo drama de Channel 4 (National Treasure) sobre las malas prácticas sexuales, que nos hacen pensar sobre nuestra correcta capacidad de leer la personalidad subyacente de las personas. Todos reconocemos que en la febril atmosfera habitada por A, B, C y Z se encuentran las normas de la sociedad que tienden a ser deformadas; ellos y nosotros creemos que están más propensos a las acusaciones de soborno, corrupción, divorcio y adulterio. Pero cuando se refiere a la celebridad, que tan bueno es nuestra prueba de olfato. En cuanto oímos noticias sobre una persona famosa nuestra reacción es “Sí, no me sorprende, yo sabía que podía pasar”, o “No, nuca habría pensado que serían capaz de eso”.
Tenemos una breve lista de celebridades acusadas - Jimmy Savile (Sí), Rolf Harris (mixto), Francois Hollande (Sí), Dilma Rousseff (Sí), Hillary Clinton (Sí), Seb Blatter (oh, sí), Seb Coe ( No), Bill Cosby (mixto), Phil Spector (mixto), Tiger Woods (No), Cliff Richard (No).
¿Las celebridades se realizan ellas mismas la prueba de olfato? Se cuestionan sobre una posible conexión entre sus personalidades reales y su comportamiento poco ortodoxo. Obviamente, en muchos casos, no lo hacen; podemos ver que actuaron fuera de su personalidad, aparentemente más fácil de lo que lo ven ellos mismo. La conversación derivo en la capacidad de algunos de estos personajes famosos en negar todo lo que los demás, en base a su opinión – prueba de olfato, así como los hechos evidentes que lo hace culpables. Sus negativas se basan en desafíos, o en miedos, o son otra manifestación de un trastorno de la personalidad, tal vez una visión delirante de Walter Mitty. O es una estrategia calculada sobre la base de un análisis de riesgos de su capacidad para salirse con la suya. Juicios del culpable, obviamente, a menudo fracasan porque los testigos mueren antes de que el caso llegue a los tribunales o jurados que llegan a un acuerdo o se enferma, o resulta que el proceso no se ha seguido correctamente. Las personas con carisma y una fuerte personalidad a menudo persuaden a un mundo sospechoso que a pesar de una gran cantidad de humo no hay fuego. Después de todo, una vez que la culpa ha sido aceptada, el juego a terminado. Si bien se sigue negando, hay esperanza incluso en situaciones donde no hay esperanza.
Que dio lugar a la cuestión de los políticos con ninguna esperanza y por qué no se rinden. La gente sana de todo el mundo no cree que Donald Trump no hará de los EE.UU. una sociedad mejor, o que Jeremy Corbyn tenga cualidades de liderazgo que permitan al partido laborista ganar la próxima elección. Todos ellos no pasaría nuestra prueba de olfato, pero quizá lo más importante no pasaría la prueba de sus propios colegas - altos miembros de su propio partido. Sin embargo, a pesar de toda esta negatividad hacen caso omiso para cambiar o retirarse, y continúan alegremente por el camino hacia un desastre seguro. ¿Por qué?
Es debido a la conjunción de dos de estos fenómenos; en primer lugar, la incapacidad de la celebridad de aplicar la prueba del olfato para ellos mismos y en segundo lugar su análisis de que en un futuro evento inesperado podría cambiar la dinámica en su favor. Donald Trump repunto en las encuestas cuando Hilary Clinton sufrió un ataque de pulmonía inducida totalmente inesperada transmitido varias veces hace 10 días. Jeremy Corbyn puede razonablemente creer que por mucho desorden en su propio partido ahora, y que probablemente seguirá durante las elecciones generales, el partido conservador podría desmoronarse en la discusión sobre los términos del Brexit que el Reino Unido es capaz de negociar con la UE, y las ofertas comerciales (o falta de ellas) negociados con otros países. Lo que dejaría a Jeremy Corbyn elegible como el precursor de la esperanza.
Si sigue esta lógica como negociador, nunca debe rendirse, no importa cuán remota sea la probabilidad de éxito. La otra parte bien podría estar equivocada cuando le hagan la prueba de olfato a sus propuestas. Y lo inesperado puede hacer posible lo imposible.
Stephen White