No creo que haya una manera correcta de despedir a alguien. Nunca es agradable y nunca es fácil – ya sea para el manager que debe hacerlo o la víctima.
Tampoco, creo, hay una forma de hacerlo mal, pero si la hay, seguramente Manchester United ha estado muy cerca con la destitución de Louis Van Gaal a principios de esta semana. No se podría haber hecho como una especulación que Jose Mourinho, el autodenominado “especial” fuera nombrado como sucesor de Van Gaal.
Para ser justo, ha habido especulaciones en torno a un Mourinho/Manchester United juntos – casi desde diciembre de 2015 cuando él y el Chelsea se separaron. La especulación burbujeaba y hervía sobre todo en sincronía con los resultados del United; si era bueno, todo en silencio, malo – y se desató el infierno.
La única competición en la que United lo estaba haciendo bien esta temporada era la Copa de Inglaterra, ganaron la semifinal contra el Everton, la final contra el Crystal Palace. El sábado 21 de mayo, el club ganó la Copa número 20, después de la prorroga en Wembley. Fue el primer título del club después de la era de Sir Alex Ferguson y llego el final del segundo año de contrato, de tres, de Van Gaal. Aquellos que tienen buena memoria recordarán cómo el entonces Alex Ferguson dekl Manchester United se salvó por una victoria en la Copa de Inglaterra en 1990, pero ahora parece que ganar la Copa ya no es suficiente.
Horas antes de la final, la BBC dio la noticia de que Van Gaal iba a ser remplazado como entrenador del club por Jose Mourinho, la mujer de Van Gaal leyó la noticia en la página web de la BBC y parece ser que se lo dijo a su marido poco tiempo después del final del partido.
Reflexionando sobre ello, probablemente era imposible mantener la noticia de las discusiones entre el United y Mourinho en silencio y, como escribió el editor deportivo de la BBC, Dan Roan, United tuvo al holandés en alta estima y había tratado desesperadamente de mantener el secreto durante las negociaciones con Mourinho, con la esperanza de que Van Gaal llevara al equipo al primer puesto en la Premier League.
Incluso después de que no se consiguiera este objetivo, el club quería que disfrutara su victoria de la Copa de Inglaterra, ni una sola vez hablo en contra de su entrenador o añadió algo a la especulación. Pero siempre era ingenuo pensar que la noticia se iba a mantener en secreto.
Una vez conocida la noticia el sábado, fue difícil comprender por qué esperaron tanto para hacer sufrir a Van Gaal. Una vez más se pone en duda la forma en que el régimen de Glazer dirige el club – y la forma en la que se comunica.
Así que tal vez con la mejor intención, pero sin alterar el hecho de que todo ha ido mal otra vez; hace menos de dos años, sucedió lo mismo con David Moyes, el anterior entrenador del United. El mismo leyó su despido en el periódico.
¿Cuál es la lección para los negociadores? Bueno, si usted quiere hacerse una buena reputación, usted debe mantener sus negociaciones en privado y evitar fugas de noticias. Según noticias publicadas en la prensa, Van Gaal podría haber estado dispuesto a marcharse sin compensación – lo ha hecho antes. Al parecer, sin embargo, estuvo tan enojado por la forma en que el Manchester United gestionó la situación que contratará al famoso Paul Gilroy para que lo represente, pidiendo una indemnización de £4.5m; una lengua suelta muy cara.
Posturas competitivas, generan acciones competitivas, que pueden resultar costosas. Si desea conservar su reputación o incluso su relación con valiosos socios comerciales, piense en tratarlos de una manera más amable, privada y profesional, que la mostrada por los agentes de poder de Old Trafford.
Oh. ¿Y nadie le ha dicho a Ryan Giggs sobre su futuro?
Robin Copland