Se me ocurrió que el conflicto laboral más común en Inglaterra, entre el Gobierno y los médicos residentes, podría ser un excelente vehículo para analizar como la Generación del Milenio o Milennials (típicamente definido por los nacidos después de 1983) negocian, y como sus rasgos y características han impactado en las negociaciones.
Para los lectores que no son del Reino Unido; “médicos residentes” incluye también a los médicos que han terminado la universidad hasta 10 años después cuando son “consultores”. Hay alrededor 55.000 de ellos, un componente muy importante de la prestación médica de Inglaterra (el conflicto no afecta los médicos en Escocia o Gales). La disputa se remonta al 2012, cuando los empleadores anunciaron que querían actualizar los términos y condiciones de los médicos residentes. Las negociaciones has sido continuas desde entonces, pero el lunes se rompieron y la unión de médicos (BMA) anunció huelgas para finales de este mes.
Hay algunos problemas de definición. Aunque la mayoría de los médicos residentes estarían dentro del rango de edad de la generación del milenio, algunos otros no lo harían – técnicamente son más viejos y en su lugar se definen como la Generación X. Esto se refleja en el comité de médicos residentes de la BMA – por ejemplo, su presidente es Johann Malawana (nacido en 1980). Sin embargo, tanto el miembro JDC cuya cartera incluye la negociación (Aaron Borbora) y el querido de los medios de comunicación Yannis Gourtsoyannis, los dos Milemmials. En segundo lugar, el JDA obtiene asesoramiento sobre sus negociaciones de otros BMA mayores, incluyendo a Mark Poter (nacido en 1962), quien es el presidente del consejo de la BMA.
Primer problema: la generación del milenio citan la conciencia social y la responsabilidad como un rasgo importante, por lo que podríamos esperar que las cuestiones de la seguridad del paciente y la integridad medica serían los impulsores de la negociación desde el punto de vista de los médicos residentes. De hecho, aunque este tema es ampliamente utilizado en sus relaciones públicas, la principal motivación es el dinero. La oferta de los empleadores, ofrece un gran aumento (11%) sobre el salario base a cambio de reducciones en pagos por el trabajo de noche y durante el fin de semana. El sindicato cree que esta desventaja financiera para un importante número de médicos en prácticas. Los empleadores afirman que solo un 1% de los médicos en práctica estará en peores condiciones con las nuevas condiciones; esto es cierto, pero solo porque no habrá pagos temporales a los médicos residentes existentes para mantener sus ingresos, los futuros nuevos médicos no obtendrán estos pagos. Otra cuestión importante para los médicos residentes es la eliminación es la eliminación de los aumentos salariales garantizados vinculados a los años de servicio. En cambio, los empleadores ofrecen que los aumentos deben estar vinculados a los objetivos en formación, posiblemente frene los aumentos a los que no hacen formación o que suspenden sus exámenes.
En segundo lugar la metodología: la generación del milenio se definen por su apego y dependencia a la tecnología de la comunicación. Son la generación “conectada”. Así que su capacidad para reunir a sus miembros y usar el poder de Facebook/Twitter, etc., es de esperar. No es casual que cuando se sometió a voto en noviembre de 2015 la aprobación de la acción potencial de huelga, como lo requiere la ley del Reino Unido, tres cuartas partes de sus miembros votaron, y el 99% aprobó la huelga. Es debido a que estaban siendo informados e involucrados y mantienen el “mensaje” por la destreza social de sus líderes, mucho mejor que la de sus empleadores (encabezados por Danny Mortimer nacido en 1972 bajo la dirección del ministro de salud Jeremy Hunt nacido en 1966) que fueron capaces de dar el poder a la BMA en las negociaciones. Hay paralelismos con la situación de Jeremy Corbyn, líder electo del Partido Laborista, que ha sido capaz de iniciar cambios sustanciales en las políticas a pesar de la oposición de los diputados del partido, mucho de ellos Milemmials, que apoyaron su campaña electoral. Y de la misma manera, la generación del milenio, admira lo auténtico y aborrecen la falsificación – es por eso que les gusta Jeremy Corbyn, y por eso su actitud ante Jeremy Hunt es tan negativa.
Finalmente el resultado: por supuesto no sabemos cuál será, excepto que todos los conflictos laborales se resuelven con el tiempo. Pero si sabemos que otro rasgo de la generación del milenio es el pragmatismo basado en el sistema de valores, por lo que esperamos ver un acuerdo lo más pronto posible, pero sin duda uno que cumpla con la aspiración prioritaria de la unión (= más dinero!!)
Mi conclusión es que los empleadores de la vieja escuela tendrían que saber estos y otros rasgos de los millennials en su propio comportamiento de negociación o se encontrarán en situación de desventaja que dará lugar a acuerdos más pobres o más conflictos laborales.
Stephen White