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Por Eso Me Gusta Negociar

Stephen White.

Publicar esto en el día en que la población escocesa vota sobre la independencia, no hacemos nada que otros expertos no hacen – no se puede predecir el resultado. Pero podemos pronosticar que sin importar el resultado, los escoceses van a perder su capacidad para funcionar verdaderamente como una democracia.

Esto se debe a que independientemente de quien obtenga la mayoría, el resultado será muy estrecho – 51/49, 52/48 o algo similar. En términos prácticos, la mitad de la población obtendrá exactamente lo que no quieren.

Hay algo innatamente antidemocrático acerca de una decisión que se tomará por mayoría simple, en una situación en la que las opciones son polarizadas – blanco o negro. No existe el camino medio en este referéndum, no hay tonos de gris. Del mismo modo que una mujer puede o bien quedarse embarazada o no embarazada, pero no un poco embarazada, después del referéndum, no puede existir el “un poco independiente”. Y todos los halagos hechos en los últimos días de nuevas competencias transferidas no harán de Escocia más independiente si los del “no” ganan.

Mirad al proceso democrático que ocurrió en Egipto en 2012, después de décadas de lo que era efectivamente una dictadura durante la era Mubarak (si, hubo elecciones durante este tiempo, pero eran reconociblemente una farsa) el resultado de la primavera árabe, fue que el electorado se les dio una oportunidad de una verdadera elección entre partidos laicos y los partidos religiosos, el más poderoso de ellos era la Hermandad Musulmana, dirigida por Mohammed Morsi. El señor Morsi finalmente ganó en la segunda vuelta electoral con el 51,7% de los votos emitidos; solo el 52% de la población egipcia voto – espero que la participación electoral en Escocia sea mucho mayor.

Un ejemplo clásico de una división del electorado polarizado alrededor de la mitad y la otra mitad en una cuestión de principio marcado – en el caso de Egipto entre las reglas de las líneas religiosas y las reglas de las líneas seculares. Hubo palabras valientes desde el principio acerca del nuevo gobierno muy concluyente, pero donde los valores de las infracciones se convierten en imposibles de implementar. Así  que el Presidente Morsi comenzó a adoptar poderes que le permitieran a su partido legislar de acuerdo con sus creencias religiosas. Y la minoría marginada del 48% se decidió a tomar acción, llevando a su eventual arresto y la desaparición de su partido.

No tengo ninguna duda de que mis amigos escoceses me dirán que Edimburgo está muy lejos de El Cairo, especialmente en términos de voluntad política y sofisticación. Yo no estoy tan seguro. El síndrome conocido como mayoritarismo – la idea de ganar una elección, por un margen mínimo, da a la mayoría el derecho de hacer lo que quiera – es muy seductor. Una vez votado la decisión no existe la posibilidad de un compromiso – Escocia tampoco será independiente o no será, y aquellos en el poder van a seguir sus principios.

Y es por eso que creo que el concepto del referéndum fue equivocado desde el principio. Hubiera sido mejor para aquellos que buscan la independencia, sentarse con su contraparte – con aquellos que quieren el statu quo y el resto del Reino Unido – y negociar para encontrar un término medio. Por definición, las oportunidades producidas de una negociación son más multifacéticas y mucho más complejas, que un voto SI/NO.

Ahora es demasiado tarde.

 

Stephen White.

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