Hay tres cosas que te enganchan de la nueva serie “El Aprendiz”.
La primera es que después de 10 años continúa siendo una buena serie. La introducción de nuevos ajustes y giros en el formato familiar hace que sea de obligado visionado si quiere comentarlo con amigos. No hay muchas series que puedan pasar esta prueba.
El segundo es que todos los participantes tienen pelo. La mayoría de los chicos del programa son dignos de Clint Eastwood. Admito ser un fan de no afeitarme, pero que suceda en ¡la televisión nacional! Sin duda es un gran cambio en el negocio en los últimos 20 años.
Pero la cosa más grande que sobresale, y tal vez es un tema recurrente, es la cantidad repugnante de puñaladas traperas, agresivo auto engrandecimiento que hacen todos ellos. La implicación es que ser bueno en los negocios, también es sinónimo de ser idiota.
Al ser desagradable y demasiado egoísta no es una buena estrategia a largo plazo en cualquier relación de negocios. Podría funcionar una vez y salirse con la suya, pero rara vez funcionara de forma constante.
En la mayor parte, y desde mi experiencia, las personas desagradables son malas para la cuenta de resultados, por no hablar de las pérdidas humanas. No estoy sugiriendo que para tener éxito en los negocios se ha de ser un blandengue. Por lo contrario, creo que hay que ser duro con los objetivos que ha establecido y estar preparado para ser asertivo en el logro de estos objetivos. Pero hacer sentir mal o intimidado a la gente, no tiene cabida en las relaciones a largo plazo, y nadie debe estar preparado para aguantarlo.
Las relaciones a largo plazo deben estar construidas en tratar de encontrar y crear valor que permita que ambas partes cumplan con los acuerdos firmados. De esto se trata la negociación. ¿Cómo pueden los negociadores desarrollar valor antes de tener la inevitable discusión sobre cómo se comparte este valor?
Como dijo una vez John Paul Getty, “Nunca debe intentar hacerse con todo el dinero que hay en el acuerdo. Deje que la otra parte gane algo de dinero también, porque su usted tiene la reputación de llevarse todo el dinero…no firmara muchos acuerdos”.
Un buen consejo. Consejos que quizá Alan Sugar debería compartir con algunos de los participantes aprendices más desagradables.
Alan Smith