Las resoluciones de año nuevo. Todos las tenemos. Aunque tengo que decir que llegado marzo, tienden a desaparecer, a diferencia de los kilos ganados, que suelen ir a más con cada década que pasa.
Entonces, ¿Por qué lo hacemos? Supongo que nos centra en lo que debería ser importante en las próximas semanas, fuera de la cinta de correr que cada vez va más rápido y que llamamos vida.
He tomado mi pensamiento evolutivo de un articulo que leí en enero sobre un pequeño café en Niza, Francia. El llamado café de cortesía, en el sur de Francia ha ganado la atención internacional, con la introducción de un sistema de precios basado en la cortesía para animar a los clientes y que estén más contentos.
Un cartel fuera de la cafetería La Petite Syrah ofrece “Un café” por 7 euros, “Un café, por favor” por 4 euros y un “Buenos días, un café por favor” por tan solo 1,50 euros.
Comenzó como una broma, ya que algunos clientes llegaban a la hora de la comida (recuerde que están en Francia) muy estresados y a menudo groseros, cuando realizan su pedido. Pero se convirtió en una llamada de atención para muchos de los clientes habituales que empezaron a tomar conciencia de su situación. Algunos al parecer bromean llamando al propietario “Sir” y “Su majestad” en un intento de conseguir una reducción en su factura.
Entonces, ¿Cuál es el punto? El ser bueno y amable no tiene ningún coste. De hecho, en muchos sentidos, crea una atmosfera que es más propicia para el pensamiento creativo y pueda incluso obtener un mejor valor para usted en muchas situaciones de compra y venta.
No estoy diciendo que deberíamos ser suaves. Como Al Capone dijo una vez: “Se puede hacer un camino largo con una sonrisa y una pistola”.
Voy a quedarme con este pensamiento para 2014. No es una resolución, tan solo un intento de desarrollar una actitud más considerada. Como dijo Platón, “Sé amable. Todas las personas que saludas están luchando una dura batalla”. Creo que es cierto.
Hacédmelo saber cuando tenga efecto.
Alan Smith