Recuerde, recuerde…
Quizá uno de los aspectos más importantes en la vida es esperar por el momento adecuado.
Una buena broma, el momento perfecto para golpear la pelota, conseguir el más ligero de los suflés, todos ellos requieren una mezcla de paciencia, confianza y habilidad para conseguir la mejor reacción del publico, competidor o comensales.
Parece ser que también debemos tener puesto un ojo en el reloj o en el calendario, si estamos negociando.
Esta semana fue el 5 de noviembre. Día en el que el Reino Unido recuerda el atentado frustrado de destruir Casa de los Lores, y asesinar al Rey Jacobo I, suceso conocido como el Complot de la Pólvora. Esto sucedió en 1605 y desde entonces, se realiza un ritual cada año para celebrar el suceso, con una quema de hogueras y fuegos artificiales, y la quema, más bien desagradable, de una efigie del protagonista, Guy Fawkes.
Es también el momento en que el servicio de bomberos del Reino Unido, realiza varias huelgas para protestar contra la decisión del Gobierno de permitir Bomberos y mujeres sean obligatoriamente jubilados al alcanzar los 55 años de edad, si no aprueban una rigurosa y estricta prueba física.
Una época en la que tradicionalmente los Bomberos tienen mucho trabajo, fue la decidida para realizar la huelga y generar el mayor impacto, y como la disputa lleva mucho tiempo, se ha decidido llevarlo a un punto critico.
Ahora, no estoy aquí para discutir el estado físico de nuestros bomberos, aunque considero que el estado físico es esencial. Pero no voy a hablar de ello aquí.
Decidir cuando negociar, bloquear y cuando forzar un acuerdo es esencial para entender como utilizar la balanza de poder y sacarle el máximo provecho a nuestra posición.
El problema, por supuesto, es que el tiempo constantemente sigue su marcha. Cuando los fuegos se apaguen, será interesante ver que efecto han tenido los fuegos artificiales.
Alan Smith