Probablemente nunca habrá oído hablar de Grangemouth. Incluso seria difícil llamarle una ciudad bonita, engalanada con chimeneas de acero, vomitando fuego en el cielo nocturno del fiordo de Forth, a unas 15 millas al oeste de Edimburgo, en la costa oeste de Escocia. Es el hogar de una refinería de petróleo que representa alrededor del 10% del PIB de Escocia y que es propiedad de una empresa llamada Ineos. Probablemente nunca habrá oído hablar de esta empresa tampoco, a pesar de ser la mayor empresa privada del Reino Unido.
Tampoco habrá oído hablar de Stephen Deans, convocante del sindicato Unite y empleado de la planta de Grangemouth en los últimos 24 años. Los lectores habituales del blog, recordarán la historia del sindicato Unite y su supuesto (y no probado) intento por infiltrarse en el partido laboral de Falkirk, supuestamente por asegurarse de que su candidato favorito, fuera elegido en las próximas elecciones de 2015. Bueno, Stephen Deans, y aquí la trama se complica, es el líder del partido laborista de Falkirk, el hombre detrás de decenas de firmas de nuevos miembros del Partido Laborista en Falkirk. Se denunció que Unite pagaría su cuota de afiliación – entendiendo que su candidato no seria aceptado. De acuerdo con un articulo de James Cook, un corresponsal de la BBC en Escocia, “fundamentalmente se denunció que algunos de los miembros se afiliaron en la refinería, es decir, en la propiedad de INEOS, la empresa del señor Deans”. Esto va en contra de la política de INEOS, por lo cual el señor Deans fue suspendido.
La dirección de INEOS ha realizado su propia investigación y los resultados fueron anunciados el 18 de octubre. El sindicato ha pedido reiteradamente la reincorporación inmediata del señor Deans a su puesto de trabajo, y cuando la empresa se negó, el sindicato amenazo con una huelga.
Las conversaciones han tenido lugar en ACAS (una organización dedicada a la prevención y solución de conflictos laborales) pero fueron en vano. A pesar de ello, el sindicato suspendió la huelga. La empresa declaro que la planta ya estaba en proceso de cierre, por lo que la planta seria cerrada de todos modos y, desde entonces todo ha ido a peor. La empresa asegura que esta perdiendo dinero, los sindicatos afirman que la dirección esta manipulado las cifras. La dirección quiere poner en marcha nuevas formas de trabajo para garantizar su futuro. El sindicato esta dando largas para aceptar los cambios. La dirección habla directamente con los trabajadores, evitando las vías normales de comunicación.
Vamos a poner esto en perspectiva. Tenemos a una planta que refina el 13% del petróleo del Reino Unido y proporciona el 70% del combustible de Escocia. La dirección asegura que esta perdiendo cerca de 10 millones de libras por mes y que podría cerrar en el 2017 si los cambios laborales no se implementan. Las cosas han ido subiendo de tono y cada minuto parecen más irritados. Pat Rafferty, secretario de Unite en Escocia, es citado en el Times el 17 de octubre, “La decisión de Ineos de mantener cerrada Grangemouth, es un acto de vandalismo económico. No existe ninguna razón para que la planta permanezca cerrada – la empresa esta llevando a Escocia al rescate”.
Uno se acuerda de las pasadas disputas de la dirección del sindicato que se descontroló cuando se involucraron a personalidades. La única manera de salir de este callejón sin salida, puede ser por un cambio en el equipo de ambos lados, una reflexión sobre los objetivos importantes, un proceso de negociación de toma y daca, y – difícil cuando los ánimos se exaltan - dar la cara a la otra parte.
Y cuando se trata de objetivos – aquel que siempre esta en mi mente y sigue apareciendo constantemente. ¡Mantengan la planta abierta!
Los negociadores de ambas partes harían bien en reflexionar sobre esto.
¡NOTICIA DE ÚLTIMA HORA! (Mediodía del 24 de octubre)
En el desarrollo de la confrontación, el 23 de octubre, Ineos anuncio su intención de cerrar la planta petroquímica en Grangemouth. Esta amenaza ha llevado a los representantes de Unite volver a la mesa de negociaciones con mayores concesiones a la dirección. Como resultado de la reunión celebrada esta mañana, Unite ha aceptado todos los cambios propuestos por la dirección. La pelota está ahora en el campo de Ineos.
Este desarrollo dramático de los acontecimientos, sin duda, traerá controversia en los altos cargos político. Grangemouth, como se indico en el inicio de este artículo, es un activo industrial demasiado importante como para ser cerrado de una forma unilateral por los actuales propietarios.
Robin Copland