Tradicionalmente, junto con el médico del pueblo y el policía local, el gerente del banco era una de esas personas en las que podías confiar.
Podía firmar las fotos de tu pasaporte, darte un sabio consejo sobre la hipoteca... vamos, que podía sacarte de un apuro.
Ya no es así.
Las cosas ya pintaban mal cuando en la reciente crisis las arcas públicas tuvieron que rescatar al sector financiero. Hace año y pico, una vez que la banca volvía a ser rentable, la BBC hizo una encuesta a la población sobre si la confianza en los banquero se había restaurado. No fue así. De los encuestados, un 70% dijo seguir desconfiando.
Me temo que, tras el reciente escándalo del Barclays, las cosas habrán ido todavía a peor.
El Barclays es uno de los bancos internacionales que están siendo investigados por influir ilegalmente en la determinación Libor, el índice que sirve para establecer el tipo de interés de cosas tan fundamentales como hipotecas o créditos a estudiantes.
El escándalo ha levantado una polvareda que ha engullido hasta al primer Ministro David Cameron, quien se ha visto obligado a anunciar una serie de investigaciones sobre el estado de la regulación bancaria.
La "confianza" proviene de la capacidad de hacer lo correcto independientemente de las consecuencias que el hacerlo tenga para uno mismo. En un mundo tan competitivo como en el que vivimos, resulta algo cada vez más difícil de hacer.
Cuando creé mi empresa en 1991, invitamos a tres asesores para que nos aconsejaran sobre una posible póliza de seguros para de nuestros trabajadores. Dos de ellos intentaron vendernos su producto, que incluía una cobertura sanitaria nada barata y un fondo de pensiones.
El tercero nos recomendó invertir todo ese dinero en la empresa, y llamarle un par de años más adelante.
Eso es precisamente lo que hicimos. Su "consejo en confianza" fue lo mejor para él y también para nosotros.
Nietzsche dijo una vez: "No estoy triste porque me hayas mentido, sino porque a partir de ahora no podré confiar en ti".
Si quieres crear un clima de creatividad en tus negociaciones y quieres que éstas vayan mejorando en el tiempo, debes hacer todo lo posible para fomentar la confianza.
Y después la pones a salvo en el banco.
Alan Smith
Partner, Scotwork UK LLP